Este documental describe las prácticas dañinas de la corporación Monsanto y su efecto sobre la alimentación de las personas, la biodiversidad, los mercados locales y la soberanía alimentaria.
El mundo según Monsanto from MoroWoko on Vimeo.
(18)
Comunidad virtual de aprendizaje para promotores de salud con perspectiva crítica
Este documental describe las prácticas dañinas de la corporación Monsanto y su efecto sobre la alimentación de las personas, la biodiversidad, los mercados locales y la soberanía alimentaria.
El mundo según Monsanto from MoroWoko on Vimeo.
(18)
Presentamos un documental -que es ya un clásico- en el que describe el origen, la evolución y las prácticas depredadoras de las corporaciones transnacionales. Esta película es un referente contextual para muchos problemas de salud y de enfermedad. Entender este contexto puede contribuir a comprender estos problemas con una perspectiva crítica.
La Corporación. (The Corporation) from MoroWoko on Vimeo.
(59)
Yasmin Vasquez-Licenciada en Promoción de la Salud
(38)
(…) Tal y como lo propuse en la entrada anterior, mi meta ahora es contestar las interrogantes que ojalá hayan surgido del texto anterior, basadas esencialmente, en un análisis crítico de cómo en el campo de la promoción de la salud y tomando en cuenta su enfoque hacia el trabajo con las personas, el desarrollo de proyectos o acciones deben basarse ya no en una construcción metodológica como lo son los objetivos, al contrario, deben estar estructurados de acuerdo a una convergencia que amalgame la naturaleza holística de las personas y cómo estas actúan cual protagonistas en el desarrollo de su propia salud.
Para retomar la línea de pensamiento del texto anterior, recurro a un resumen práctico: un objetivo, entendido como tal, es una construcción focalizada en lo que hará el investigador en un lapso de tiempo definido; es decir, está proyectado en función de quien lo construyó y qué es lo que él va a ser. Por el contrario, cuando se habla de una competencia, esta se basa en un proceso mucho más complejo, el cual desplaza como centro de acción a quien la está construyendo y se concentra en quien asumirá como propia la competencia (la población o público con quien se trabaja).
Nótese por tanto, la relevancia inmediata que adquieren las competencias cuando se habla de Promoción de la Salud, puesto que, siguiendo los principios rectores de esta materia, uno de los ejes más importantes es lograr que las personas asuman su responsabilidad en el proceso y construcción de salud, además de empoderase sobre aquellos elementos protectores de la misma.
Este proceso, el cual puede sonar simple para algunos o complejo para otros, está estructurado de acuerdo a ocho componentes responsables de darle un seguimiento completo al desarrollo de la competencia, y tal es su integralidad que hablamos de una cartografía de competencias; es decir, una lectura de inicio a fin de lo propuesto. Para lograr el seguimiento, se habla de ocho elementos que enlisto a continuación: la competencia como tal, sus elementos, los criterios de desempeño, los saberes, el rango de desarrollo, las evidencias, los problemas y el caos e incertidumbre (Tobón, 2005). Pero no trato aquí de explicarlos uno a uno, sino evidenciar cómo dentro de las competencias se hace un mapeo de los elementos necesarios para enriquecer un proceso, de nuevo, centrado en las personas y generador de impacto en los saberes de las mismas.
En el ejercicio de análisis, hago un cruce entre la propuesta de las competencias y la Promoción de la Salud. Actualmente, tanto en los servicios de salud y en las comunidades, existe una convergencia necesaria sobre ahondar en el conocimiento, la participación de las personas y la toma de decisiones en salud (basadas en la sensibilización de los actores sociales sobre su responsabilidad en el proceso de salud) (Redondo, 2004).
Sin embargo, y tal como ocurrió en la entrada pasada, la extensión del escrito no debe cansar la atención del lector –si es que lo hay–, por lo cual, retomaré el párrafo supra en una tercera parte sobre la Promoción de la Salud y las competencias.
**********
Bibliogría:
Redondo, P. (2004). Curso de Gestión Local de Salud para Técnicos del Primer Nivel de Atención. San José, Costa Rica: CCSS, CENDEISSS, UCR.
Tobón, S. (2005). Formación basada en competencias. Bogotá: Ecoe Ediciones.
(55)
Hace algunos días un miembro de Manantial de nubes, me contacto para pedirme que lo ayudara con algunas preguntas que le generaba el tema de violencia en el noviazgo, por lo que me di a la tarea de redactar un documento que me permitiera compartir lo que puedo aportar sobre el tema. Comparto con ustedes tal documento por si les pudiera ser útil. Saludos.Violencia en el noviazgo
Hola Alex nuevamente yo…
Antes que nada, espero aun sea de utilidad mi aportación.
En principio de cuentas dejame comentarte que mi manera de mirar está problemática ha estado definida a la luz de la temática de género. Quiza esto signifique algun sesgo particular en mi manera de mirar dicha problemática.
Aqui tu primera pregunta.¿Como puedo identificar la violencia sutil en el noviazgo tanto en actos como en frases o cartas?
Comenzaré aclarando que la violencia en la pareja se define como; toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes.
En este sentido me resulta conveniente aclarar que la violencia en el noviazgo suele ser como tú mismo lo mencionas, bastante sutil, lo que la hace díficil de identificar a primera vista; más aún si tomamos en cuenta que la violencia en el noviazgo se ha naturalizado ha tal grado que muchos actos u omisiones violentas suelen ser consideradas “normales”; entro aqui a tratar de ejemplificar algunos ejemplos de frases que son comunes cuando existe algun nivel de violencia en la relación de noviazgo o pareja.
Resulta común escuchar diversas clasificaciones de los tipos de violencia que se pueden ejercer en una relación; por mencionar algunos: violencia física, emocional, sexual. Me basaré en dicha clasificación para ejemplificar.
Violencia física
– empujones
– golpes
– pellizcos
– mordeduras
– bofetadas
– patadas
Violencia emocional
– Chantaje
“si me dejas, me mato”
“no se que haría sin ti”
“sin ti no puedo vivir”
“nadie más te va a querer como yo”
– Amenazas
“Si me dejas, te vas a arrepentir”
– Insultos
“eres una tonta”
“fea”
“gorda”
Violencia sexual
“te besa o toca partes de tu cuerpo sin tu consentimiento, aún cuando le has pedido que no lo haga”
“te obliga a tener relaciones sexuales, cuando no lo deseas, te obliga a realizar prácticas sexuales con las que no te sientes comodo (a)”
– Algunas otras frases
“te celo porque te quiero”
“te digo que ponerte porque me gusta que te veas bien”
“te llamo muchas veces para que veas que me importas mucho”
– Algunos actos u omisiones que nos hablan de la existencia de algun nivel de violencia en la relación
todo el tiempo quiere saber que estas haciendo, dónde estas y con quien. Tal vez te llama constantemente para preguntarte lo mismo.
Revisa tus pertenencias; bolsa, cartera, celular, entre otros.
Sugiere con insistencia que cambies tu manera de hablar, vestir o comportarte en general.
Te pide que dejes de frecuentar amigas, amigos, familia.
Se enoja si no cedes a sus peticiones
te ignora o se muestra indiferente.
Cuando estas con él,cuidas lo que haces o dices por temor a que reaccione violentamente.
con respecto a la segunda pregunta. l¿Como detectar el machismo dentro de una relación y de que manera se puede enfrentar para que no surja la violencia? el machismo como lo explica Octavio Giraldo (1972) en su articulo “El machismo como fenómeno pscocultural”, consiste básicamente en la exageración de las cacterísticas masculinas y la creencia en la superioridad del hombre con respecto a la mujer.
A tal definición agregaria que el machismo visto como ideología entraña un sín fin de significados que como la definición lo señala pretenden demostrar a como de lugar la superioridad del varón con respecto a la mujer.
Dentro de lo que el autor define como exageración de las características masculinas, me gustaría mencionar la sobrevaloración que existe de lo masculino; por ejemplo, la heterosexualidad, la virilidad, la fuerza física, la violencia, entre otros, como punto crucial en tanto que justifica las conductas violentas y/o agresivas que ejercen los varones contra las mujeres; especialmente a la hora de relacionarse en pareja.
Es así que el machismo, como bien tú lo relacionas, se refleja la mayoría de las veces en actos violentos dentro de la pareja, donde la mayoría de las veces las mujeres se llevan la peor parte.
Identificar el machismo dentro de una relación resulta fácil, cuando esto se hace de manera consciente, sin embargo no podemos olvidar que la mayoría de las veces, sobre todo cuando hemos estado inmersos por largo tiempo en una relación violenta, lo vemos como algo normal, cuestión que hace muy díficil el reconocimiento de uno mísmo como alguien que ejerce violencia o es violentado. Con esto no quiero decir que sea imposible actuar ante el problema, yo opino que en primera instancia hay que trabajar en la desnaturalización de la violencia, trabajar con la intención de lograr que se deje de mirar a la violencia como algo “natural” o normal y se mire más bien como un problema de atención prioritaria en tanto que afecta la salud de las personas. Pero sin duda algo que se me hace vital para lograr atacar el problema desde la raíz, es en un primer momento favorecer procesos que permitan a las personas reflexionar en torno a la manera en la que hemos aprendido a ser mujeres y a ser hombres, con la finalidad de cuestionar los estereotipos y roles de género que se nos han impuesto socialmente y; en un segundo momento, apostar por procesos de educación desde la infancia, libres de mensajes sexistas y basados en valores como la equidad de género.
De antemano se que el proceso no es fácil, pero mantengo la esperanza!
Fuentes utilizadas:
redalyc.uaemex.mx/pdf/805/80540302.pdf
Fuentes recomendadas:
http://minoviomecontrola.blogspot.com/
http://www.manantialdenubes.org/mi-novio-me-controla-lo-normal/
(271)
Hace unos días hice una crítica a un spot contra la violencia masculina en la pareja en el cual derivado de un análisis de los mensajes implícitos y explícitos que ahí se mostraban, hice una serie de reflexiones sobre lo que se puede mejorar sobre este tipo de trabajo, especialmente en la relación de poder que se establece entre el promotor de la salud y el otro.
Hoy me encontré con un material que contiene semejanzas y diferencias con ese material, y es el las diferencias que me parece que desde el punto de vista metodológico, este es un ejemplo de cómo el spot podría mejorar. Antes de dar mi opinión invito al lector a leer mi crítica anterior, de lo contrario es posible que no encuentren sentido a mis palabras.
El material que quiero comentarles es este cómic. Échenle un vistazo para que sepan de qué les hablo
En el cómic, los promotores de salud construyen una representación de la parte promotora de la salud y el otro al que se dirigen. Esto, cómo les mencioné en mi crítica anterior, es muy común. Sin embargo, y a diferencia del spot, la parte promotora de la salud le prescribe situaciones en las que el otro aprende, en lugar de que sea el promotor de la salud quién le diga todo el mensaje. Eso es un avance, ya que refleja otra representación del promotor de la salud. En ella el promotor de la salud no es un transmisor de mensajes, sino un creador de ambientes y experiencias en el que el otro aprende. Pero lo que me pareció mejor es que, viendo a los promotores de salud podemos ver que son una versión madura del los adolescentes a los que se dirigen. ¡Los promotores de salud son ellos mismos! Una bonita metafora de la reflexión. Buen material
(203)